¿Es posible que tu despacho profesional cotice en bolsa en los próximos años? Con BME Easy Access, esta opción ya no parece tan lejana
Durante años, pensar en la cotización en bolsa como fórmula de crecimiento para un despacho profesional parecía, en el mejor de los casos, una aspiración remota. Las barreras de entrada, la exigencia de transparencia y las condiciones estructurales del mercado hacían que esta opción estuviera reservada a grandes corporaciones. Sin embargo, esta percepción podría estar a punto de cambiar.
El 21 de mayo de 2025, la CNMV y BME presentaron un nuevo procedimiento denominado BME Easy Access, cuyo objetivo es dinamizar las salidas a bolsa y facilitar el acceso al mercado de empresas que, aun siendo solventes y con gran potencial de crecimiento, no cumplen desde el inicio con todos los requisitos de capital flotante (free float).
¿Qué cambia con BME Easy Access?
Este nuevo mecanismo permitirá que una empresa pueda cotizar sin necesidad de cumplir desde el primer momento con el mínimo de acciones en manos de inversores, que actualmente es del 25 % y pasará al 10 % cuando entre en vigor la Listing Act. A cambio, deberá cumplir con todas las restantes exigencias de una sociedad cotizada y disponer de hasta 18 meses para alcanzar ese free float mínimo, incluso ampliable a 24 meses si hay justificación.
La normativa admite fórmulas como OPVs, ofertas privadas o incluso ventas en bloque por un importe mínimo de 100.000 €. En caso de que no se alcance el free float, el regulador podrá valorar alternativas como permitir un umbral más bajo, conceder un plazo extra o activar la exclusión del mercado.
¿Qué significa esto para los despachos profesionales?
Aunque ningún despacho se ha atrevido aún a dar el paso, algunos socios directivos ya están analizando esta posibilidad como parte de sus planes de crecimiento y diversificación. Especialmente en firmas con:
- fuerte posicionamiento de marca,
- base de clientes sólida y recurrente,
- proyección nacional o internacional,
- líneas de negocio con potencial de escalabilidad (consultoría, legaltech, fiscalidad online…).
Cotizar puede convertirse en una fórmula para profesionalizar aún más la estructura societaria, atraer talento, reforzar la imagen de solvencia, y sobre todo, obtener financiación para crecer orgánica o inorgánicamente.
Una puerta abierta para estructuras avanzadas
Además, en muchos despachos de cierto tamaño ya se están consolidando estructuras corporativas de S.L.P. o S.A. profesional, con sistemas de gobierno similares a los de cualquier compañía cotizada: consejos de administración, auditoría externa, reporting financiero, cumplimiento normativo y transparencia. Este entorno es clave para una eventual salida a bolsa.
¿Y si se aborta el proceso?
Una ventaja añadida del nuevo procedimiento es que no exige compensación económica a los accionistas si finalmente se decide salir del mercado, ni impone una OPA de exclusión. Esto abre la puerta a estrategias dual track, en las que se explora la cotización y la venta parcial o total a fondos de inversión al mismo tiempo, sin riesgo de penalizaciones o costes ocultos.
Conclusión: ¿una utopía o una oportunidad real?
Puede que dentro de unos años recordemos este momento como el inicio de una nueva etapa en el sector. Un momento en que algunos despachos profesionales —medianos o grandes— empezaron a contemplar su cotización bursátil como una vía legítima, estratégica y viable de crecimiento.
Gracias a iniciativas como BME Easy Access, la pregunta ya no es si es posible, sino cuándo y quién será el primero en atreverse
Fuente: basado en el artículo de Maitane de la Peña, directora de Capital Market en KPMG Abogados, publicado el 22 de mayo de 2025.
Para saber más; https://www.amadocorporate.com/ranking-de-despachos-de-abogados-en-espana-2024-crecimiento-tendencias-y-claves-para-el-futuro/