Esta es una opción que denominaremos sucesión o transmisión interna, y que suele darse en el sector con bastante frecuencia.
A veces porque voluntariamente se piensa que es la mejor solución, y en otras ocasiones, en cambio, se produce porque el fundador(es) no tiene otra mejor alternativa.
Intentaremos profundizar en esta opción, que como todas las decisiones estratégicas tiene su parte positiva, pero también tiene su parte negativa. Intentaremos razonarlo;
Prima la fidelidad y los años de vinculación …
Esta opción suele darse cuando el fundador no tiene herederos civiles, y ha conseguido hacer crecer su despacho rodeado de un grupo de profesionales que le han acompañado durante toda la vida de la firma.
En los casos que hemos conocido, el fundador, sin cuestionarse si es la mejor opción para él, ni muchas veces sin cuestionarse si los trabajadores “clave” tiene capacidad para asumir el relevo, únicamente piensa en “transmitírselo” a los profesionales que le han acompañado durante toda su vida.
Por fidelidad y convicción, el fundador solo se plantea dicha opción, dejando en segundo lugar si dicha opción es la más rentable e interesante económicamente para él y su jubilación.
Es una solución que muchas veces se adopta porque aparte de consideraciones subjetivas, valores y principios del fundador, todos ellos comprensibles y muy respetables, este todavía quiere mantenerse involucrado en el despacho que fundó y, al mismo tiempo, lograr su independencia, porque –al haber otras personas a cargo- tienen la posibilidad de estar menos pendientes del día a día.
No obstante, en todos los casos que hemos conocido siempre hemos acabado planteándonos las siguientes preguntas:
¿El despacho tiene futuro? Los profesionales que al final deberán liderar el despacho
tienen capacidad y están preparados para impulsar un cambio? ¿Tienen la suficiente experiencia para competir?
¿El despacho no se convertirá en un “agradable y cómodo lugar de trabajo” para un grupo de profesionales haciendo las mismas cosas de siempre, hasta alcanzar la jubilación?
¿Económicamente ha sido una operación interesante para el fundador? ¿Le han pagado el verdadero valor del fondo de comercio del despacho? ¿Qué riesgos y compromisos han asumido los empleados que han comprado el despacho?
¿El fundador realmente quiere jubilarse o bien quiere continuar teniendo protagonismo y mando en el despacho que fundó?
Quizás el lector, al leer estas notas o reflexiones, se esté preguntando o dudando si la sucesión interna es una buena opción para planificar el relevo generacional.
Nuestra respuesta es que sí, es decir, es una buena opción, tan buena como cualquier otra, siempre y cuando se haya meditado y analizado todas las otras opciones posibles (fusión o venta).
Para saber más:
